La Plata Se Hunde pretende ser testimonio de la correspondencia tan anhelada como -hasta ahora- fallida entre la ciudad que imaginábamos cuando éramos chicos, recorriéndola en bicicleta, y ésta en la que se ha convertido hoy: cada vez con menos identidad, “conurbanizada”, con espacios públicos degradados, con gente que no sólo no la respeta sino que la desprecia en su andar cotidiano.
La Plata Se Hunde pretende ser testimonio de la correspondencia tan anhelada como -hasta ahora- fallida entre la ciudad que imaginábamos cuando éramos chicos, recorriéndola en bicicleta, y ésta en la que se ha convertido hoy: cada vez con menos identidad, “conurbanizada”, con espacios públicos degradados, con gente que no sólo no la respeta sino que la desprecia en su andar cotidiano.
¿Dónde está la ciudad soñada, trazada y pensada, el centro intelectual y capital de la cultura que imaginaron Dardo Rocha y la generación del ‘80? Afortunadamente, hay quienes recuerdan esos principios y no se resignan. La Plata Se Hunde propone una critica constructiva para con el lugar en que nos tocó y elegimos vivir; un seguimiento fotográfico-periodístico de lugares y conductas urbanas, con compromiso de renovación y seguimiento trimestral.
El espíritu es lo único que perdura finalmente… Por eso trato de no perder el foco de la ciudad en que crecí, y que toda una generación de hoy treintañeros platenses imaginábamos plena de grandeza para el siglo XXI. Este espacio refleja una mirada, un pantallazo y una crítica contra los atropellos que protagonizan algunos vecinos y dirigentes, al fin y al cabo, dos caras de la misma moneda: la impunidad. Hoy el desafío es aprender, para cambiar a tiempo.
Daniel.
asi no se puede abrir la puerta del auto.
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